Crónica de una derrota anunciada

Hace no mucho tiempo vi en la televisión un programa dedicado al Doctor René Favaloro llamado si mal no recuerdo "Una vida dedicada a la ciencia: Crónica de una derrota". Este título contiene palabras claramente trilladas en nuestra época, pero no por eso pasadas de moda. Inclusive, para darle un toque más actual es que he decidido incluirle una palabra más que, en raras ocasiones, acompaña al título.

¿A qué me refiero con más actual? A las elecciones generales que tendrán lugar en la República Argentina dentro de 5 días (actualizado hoy 3) y unas horas. Espero que ningún compatriota se enoje conmigo, pero yo lamentablemente lo siento así.

El Domingo voy a ir a depositar mi voto en la urna sabiendo de antemano el resultado. De más está decir que si lo considero derrota es porque no me gusta el candidato que va a ganar (o en este caso la candidata "oficial"). Y no es que sea parapsicólogo, vidente o algo similar para saber cual de todos los 14 candidatos va a ser el ganador.

Por estos días me invade un sentimiento muy desalentador con respecto al futuro. Escuchar con un tono de resignación por las calles, aulas, negocios y algún que otro bar o café, que la primera dama va a imponerse entre sus "pares". Al mismo tiempo, no son pocos los que opinan por estos días que la primera dama no terminará su mandato, ¡qué lindo panorama nos deja! Como si esa resignación no fuera poco, tengo que soportar saber que el Domingo se cargarán en camionetas a todos los habitantes originarios (mal llamados indios) bajo amenazas y se los obligará a votar por un determinado candidato. Saber que muchos abuelos van a votar a la candidata oficial por todas las jubilaciones repartidas en la última mitad del año, saber que muchos trabajadores en puestos públicos que atraviesan un bienestar "oficial" querrán conservarlo siguiendo fieles a sus amos, saber que muchos punteros y holgazanes de los mal administrados "planes trabajar", "planes jefes y jefas" y algún otro "subsidio" emitirán su ya condenado voto. Saber que otros necesitados de turno y de último momento, venderán su voto por un chori y una coca (si tienen suerte y no es pepito rocacola).

Además, saber otras cosas que tienen que ver con la falta del saber. Me pregunto por estos días que porcentaje del padrón electoral se presentará a los comicios. La gente no está lo suficientemente educada para entender la importancia de ir a votar, de hacerlo correctamente, de no votar en blanco, de no impugnar. Hoy por hoy, podría decir que el 75% por ciento de la población no conoce más de tres o cuatro candidatos, y que es muy bajo el porcentaje que conoce a los 14, inclusive muchos se asombrarían y preguntarían exaltándose ¡¿catorce?! Si así es. Ahora creo que viene algo muy importante y morboso dependiendo de como se lo trate, y justamente no es mi intención no tratarlo morbosamente, yo lo trato como se me canta. El Domingo todos algunos de ustedes tengan un familiar muerto, tal vez tengan la oportunidad de verlo cuando se levante de su tumba y vaya a votar, porque ellos si aprendieron en el otro mundo la importancia del sufragio. Y vamos por el record! ¿Cuántos muertos votaran este año? No sé. Yo por las dudas voy a darme una vuelta por la escuela donde votaban mis abuelitos, con suerte van y tomamos unos mates, mientras seguramente me toque esperar un largo tiempo ya que solo el 12% de las autoridades electorales confirmó su presencia.




Dejando de lado la situación electoral, pasemos a los candidatos. ¡Qué triste! No hay oposición. Los radicales agonizan, solo Lavagna (un no radical) los mantiene vivos, mierda que son duros. El excelentísimo señor presidente de la República y su señora que llevaron los fondos de la provincia de Santa Cruz al exterior y todavía no los han traído. Cristina si y la "continuidad del cambio que recién empieza". Hay que frase más imbécil por Dios. Esconder los números de una inflación insostenible. "Sus gastos" (que son nuestros gastos) de propaganda, millonarios por cierto. Sería imposible numerar todas las necedades del gobierno de turno. Luego tenemos a Sobisch como candidato. La verdad que luego de que se lo involucrase con el asesinato del maestro Fuentealba (que ocurrió bajo su gestión) me parece completamente vergonzoso y ridículo que se presente para presidente, creo que no son necesarias más palabras. Por otro lado tenemos al puntano Rodríguez Saá. ¿Qué se puede decir? Su hermanito del alma nos presidió 7 días, declaró el "default" y "tomó al toro por las astas". Ambos dueños y señores feudales de la provincia de San Luís. Controlan casi todas las empresas de allí directamente o indirectamente mediante testaferros. Continuamos con López Murphy. ¡Ese si que va a tirar para el pueblo! El al igual que el resto de los candidatos (Carrió, Ripoll, Pitrola, Solanas, Obeid, Montes, Ammann y Castells) no tuvieron mucha participación o influencia en los últimos tiempos. Dentro de los más destacables tenemos a Ripoll que ha logrado "meter" algunos diputados y senadores en las últimas elecciones con su ya más que conocida Izquierda. Carrió que se encuentra en una situación similar a Ripoll pero con mayor intención de voto por estas horas. Finalmente, Castells que con su movimiento de jubilados y desocupados viene peleando desde hace mucho tiempo en ollas populares, piquetes, manifestaciones y comedores.

Señoras, señores, este es el panorama. El juego está perdido antes de empezar. ¿Sirve de algo el voto en este país en estás condiciones? ¿Cuándo van a cambiar las cosas? ¿Qué futuro nos espera con este presente? ¿Aprenderá la población algún día?
Lamentablemente, yo no puedo ver las cosas en forma optimista. Mis respuestas son que no sirve para nada, que no van a cambiar en un largo plazo, si es que alguna vez cambian. Nos espera un futuro mucho peor, lleno de brechas. La población no va a aprender porque cada día se destruye un poco más la educación y el futuro del país con todos los flagelos que afectan a la sociedad actual.

Es así, muchos dicen que el gobierno actual es una gobierno "Menemista con derechos humanos", otros que la sociedad es Menemista, que los acontecimientos del 2001 devolvieron un orden puramente capitalista que llevó a una restauración plenamente destructiva, que la renegociación de la deuda externa, las políticas de derechos humanos son meras gestualidades del gobierno.

No puedo afirmar que esto sea así. Lo que si sé, es que este sistema político Argentino, me resulta vacío ("y nos deja vacíos" de todo tipo), deprimente, insoportable, tristísimo.

POR 'EL ETERNAUTA' - 25.10.2007